Anorexia y Bulimia - Reportaje

Reportaje

Anorexia y Bulimia

Existe una nueva epidemia que está amenazando la salud e incluso, la vida de los adolescentes: la anorexia y la bulimia.

Niñas de 17 años con corazones del tamaño de una de siete. Es una de las consecuencias que produce uno de estos trastornos alimentarios. Las tasas de mortalidad en general se sitúan entre un 4 y 20 por ciento.

Antecedentes históricos

Como trastornos, la anorexia y bulimia puede decirse que se presentan desde la antigüedad. En los ágapes era frecuente recurrir al vómito provocado, pero para reiniciar la comilona. Se creía que el comer abundante era privilegio de pocas personas, de ahí que el sobrepeso y la obesidad eran signos de salud, belleza y poder.

Haciendo memoria, existen casos dudosos de santas que posiblemente padecieran anorexia nerviosa, pero que se disfrazaban con el hecho de tener una vida llena de penitencias y sacrificios.

Estudios realizados

Los estudios realizados sobre estas enfermedades se remontan al año 1874, cuando los doctores Gull en Londres y Lassege en Paris hacen un diagnóstico denominando a la anorexia como “Anorexia histérica” y a la bulimia como “Asepsia histérica”, señalando que eran consecuencias de interacciones centrales y hereditarias. Y ya en 1914, el doctor Simod describió a estos trastornos como “Caquexia hipofisiaria”, que afectaban a las mujeres que después del parto desean perder peso y, finalmente, morían.

Anorexia y Bulimia como problemas psicológicos

Estos trastornos no comparten uno, sino varios síntomas en común, como desear una imagen corporal perfecta y distorsionar la realidad frente al espejo. Para aquellos que sufren estas enfermedades, parece que el aspecto físico es sinónimo de éxito, felicidad e incluso salud.

“Ser Ana no es fácil. Ser perfecta o tratar de serlo, tampoco. Muchas veces la gente piensa que ser Ana es estar loca o es fijarse en cosas superficiales, como el cuerpo, como en estar lindas y flacas. Pero ser Ana no es fácil. Ser Ana es un trabajo de todos los días. Es despertarse a la mañana y darte cuenta de que empieza un nuevo día de sufrimiento, un nuevo día en el que te das cuenta que no eres lo que deseas ser y que tal vez jamás llegues a estar como sueñas ser y es darse cuenta de que jamás llegaras a ser perfecta”, escribe -princesita0408- en uno de esos blogs Pro Ana y Mía.

La edad promedio en que se presentan estas enfermedades va desde los 12 años a los 25 años, pero cada vez el rango de edades se amplía y son más los casos de niños de nueve y diez años que padecen uno de estos trastornos.

En Suecia y EE.UU. ya hay un 16% de chicas menores de 16 años que hacen dieta, y algunas de estas reconocen que la comenzaron a partir de los nueve años.

La muerte de seis modelos por anorexia, durante los últimos tres años, ha puesto la atención en este tipo de padecimientos, cuya gravedad ha crecido y se ha ido convirtiendo en un problema de salud pública.

Para Romina Fuentes, Ana es la forma en que llaman a la anorexia y Mia, la manera en que se refieren a la bulimia: “se trataba de ocultar los trastornos alimenticios pero con tanta información actual, ya no es más un secreto”.

Causas

Son varias las causas que provocan estos desórdenes. Una parte es lo psicológico, sentimientos de inseguridad, no aceptarse como persona, ser demasiado perfeccionistas “lo que yo pienso que valgo, cómo la gente me ve. Lo que yo quiero tener, y lo que quiero ser”.

La psicóloga Edith Salazar dice que si alguno de los pacientes con anorexia son gemelos monocigóticos o dicigóticos, el otro sería muy afectado por este trastorno.

Tener familiares obesos o que padezcan también alguno de estos trastornos, es uno de los factores para que alguna persona caiga en la anorexia o bulimia. Convivir con personas que le den mucha importancia al peso y la apariencia física, es, incluso, más peligroso.  

Los medios de comunicación influyen de distintas maneras en el desarrollo de un desorden alimentario. 

El 70% de las mujeres que miran una revista de moda durante tres minutos, terminan por sentirse deprimidas, culpables y/o avergonzadas porque sus cuerpos no son perfectos y están lejos de las estilizadas siluetas que desfilan por las pasarelas de alta costura.

La guía de trastornos alimentarios de la secretaría de salud señala que “una misma persona puede presentar los dos trastornos alimenticios al mismo tiempo”.

Romina Fuentes cuenta que para ella es un poco difícil ser solamente anoréxica porque cuando se encuentra al lado de sus padres, ellos la obligan a comer y recurre a la purga, pero en días de clase desayuna algo menos de 100 calorías, come algo de 50 o menos en la universidad y resiste hasta el día siguiente. Trata de hacer ejercicio cinco veces a la semana y siempre está tomando agua.

No debemos olvidar que debajo de esta moda se encuentra toda una “industria de adelgazamiento” que se mueve por intereses económicos, sin importarle las terribles consecuencias. Nos bombardean como terribles dietas milagrosas, productos “light” y fomentan la idea de que el secreto de la felicidad se encuentra en conseguir un cuerpo de ensueño.

Procesos

La influencia que puede tener la familia sobre el desarrollo de estas enfermedades es variable y se puede situar en varios niveles. Por ejemplo, hay familias sobre protectoras con expectativas muy elevadas, con gran necesidad de aceptación externa. Las madres suelen ser exigentes y dominantes en tanto que el padre es pasivo. La enfermedad aparece cuando hay un intento de individualizarse y las pacientes se sienten dependientes y se desvalorizan. Hay otras familias que son disfuncionales y, a menudo, los padres tienen actitudes de tipo hostil y perfeccionista, otros donde presentan trastornos depresivos.

Romina Fuentes tiene una amiga que lleva el mismo estilo de vida que ella y entre las dos se apoyan, se dan tips, etc. En cambio, sus otros amigos le dicen que mejor haga ejercicios, que coma sano y que piense bien las cosas antes de hacerlas.

Romina no solo tiene heridas en el corazón, sino también en los brazos, caderas y piernas. “Es una manera de aliviar el dolor que siento por ser gorda, las frustraciones por no bajar de peso, el enojo, furia, la tristeza. En resumen: una manera de aliviarme. También cuando como de más o subo de peso, lo hago”, dijo.

Consecuencias

Marina Romero cayó en la anorexia a los 14 años. Ahora, con 19, decide contar algunas secuelas que le produjo este peligroso trastorno: “tengo el esófago irritado, quemaduras en él y en la boca, y osteoporosis leve, secuelas que nunca podré quitar. Nunca podré olvidar mi pésima relación con la comida y demás, pero sobre todo aprendí a valorar la vida, vivirla y a madurar”.

“¿Por qué ser ana? ¿Qué beneficios trae? Porque las delgadas son sexys y consiguen casi todo en esta vida. Porque sencillamente te ves linda a los ojos del mundo. Porque si eres gorda, no puedes hacer casi nada y las personas se voltean para reírse de ti...”, señala un párrafo extraído que forma parte de un blog, donde su creadora escribe detalladamente la obsesión por su peso, desprecio por la comida y alcanzar la famosa “perfección”.

Al respecto, Marina comenta: “la anorexia y la bulimia son problemas más graves de lo que se cree, la sociedad no les dan la importancia que se merecen y eso repercute en muchísimas personas. Creo que los que participan en dichos foros no saben lo que es esta enfermedad o no lo han pasado realmente mal y lo único que pretenden es ser diferentes de la forma errónea, porque una persona realmente enferma, una de dos, o desea con todas sus fuerzas salir (aunque no lo consiga) o no le desea este sufrimiento a nadie.

Además, agrega: “esos foros te quieren pintar la enfermedad para que seas ‘única’, ‘diferente’ y no saben que están jugando con la vida de muchas personas”.

Rehabilitación (ayuda médica/tratamiento)

En general, el tratamiento de ambas patologías es complejo y debe ser multimodal e interdisciplinario, donde la medicación clínica y psicofarmacológica deben estar incluidas.

Es conveniente empezar con antipsicóticos, para disminuir las “ideas delirantes” respecto al cuerpo y lograr la cooperación con el tratamiento.

En este momento, ningún programa de tratamiento es completamente eficaz.

Todos, alguna vez, hemos sido víctimas de burlas por parte de la misma sociedad.

                         Romina

Izquierda: Antes de padecer anorexia.

Derecha: Actualmente.

A la izquierda se encuentra Marina Romero, joven que logró combatir estos terribles trastornos.

Por: Alessandra Flores.